Hoy en IbericosGalocha.com te vamos a mostrar las mejores Semanas Santas Españolas.
Procesión del Yacente (Zamora)
El sonido es sepulcral, tan sólo roto por las campanas del viatico y el sonido de los hachones al golpear en el suelo. Sucede cada Jueves Santo por la noche. Para la ocasión, miles de zamoranos se reúnen en torno a cruces de madera. La procesión recorre las calles del casco antiguo de la ciudad y desemboca en la plaza de Viriato, donde se interpreta un solemne Miserere. Tampoco hay que perderse El Juramento del Silencio, realizado por el alcalde/sa o la Procesión de las Capas Pardas.
La Madrugá del Viernes Santo, en Sevilla
La noche más larga del año en Sevilla. Y es que, durante la noche del Viernes Santo, las calles del centro de Sevilla se llenan de fervor al paso de del Jesús del Gran Poder, la Esperanza de Triana, la Macarena o el Cristo de los Gitanos. Además, todo el recorrido va acompañado de las saetas que, cantadas desde balcones del recorrido, constituyen la banda sonora de la noche.
En Sevilla se corren más de cien procesiones, aunque, sin duda alguna, una de las más emocionantes es la de La Macarena, imagen coronada bajo un palio barroco y con un manto espectacular, rodeada de flores.
Procesión General, en Valladolid
A partir del mediodía del Viernes Santo, las calles de Valladolid se convierten en un verdadero Museo al Aire Libre sobre la imaginería española. Y es que nada menos que diecinueve pasos, de otras tantas cofradías, convergen, a esa hora, en las calles del casco viejo de la ciudad.
Sin duda que uno de los actos más curiosos y seguidos de la Semana Santa vallisoletana es el Pregón de las Siete Palabras, que cada mañana de Viernes Santo recorre a caballo la ciudad para anunciar el Sermón que se celebra a mediodía en la plaza Mayor.
Procesión de los Legionarios, en Málaga
Cada mediodía de Jueves Santo, las 180 pisadas por minuto de los legionarios marcan la llegada, a hombros de los soldados, del Cristo de Mena. Vienen desde el puerto de Málaga y se dirigen a la iglesia de Santo Domingo, en el centro histórico de la ciudad. Miles de personas esperan la llegada. En un momento dado, suenan las cornetas y se hace el silencio. Luego, tras los sones del Novio de la Muerte, Málaga se deshace en aplausos.
La Pasión Viviente de Castro Urdiales (Cantabria)
En este caso, no se trata de una procesión, sino de una representación viva y teatralizada de la Pasión de Cristo. Se comienza por la Última Cena y se acaba en La Resurrección. Se hace cada Viernes Santo.
La procesión de las Turbas, en Cuenca
Es la Procesión del Calvario, aunque aquí se la dice Procesión de Las Turbas. Sale a las calles conquenses cada madrugada de Viernes Santo, llenando de túnicas el casco histórico de la ciudad. Tambores, trompetas y clarines suenan estruendosos en esta multitudinaria ruta que finaliza con el canto del Miserere. Apenas ha amanecido cuando, en medio de un bullicio ensordecedor, se abren las puertas de la iglesia del Salvador para recibir a Jesús, a la Verónica y a San Juan. Y, de pronto, la aparición de Nuestra Señora de la Soledad provoca un silencio impresionante en las turbas, uno de los momentos más especiales de la Semana Santa conquense.
Romper la hora de Calanda (Teruel)
El cineasta Luis Buñuel, nacido en el lugar, retrató como nadie el Romper la Hora de Calanda. La cosa sucede como sigue… según descripción propia del director de cine: A la primera campada de las doce del reloj de la iglesia, un estruendo enorme como de un gran trueno retumba en todo el pueblo con una fuerza aplastante. Todos los tambores redoblan a la vez. Una emoción indefinible que pronto se convierte en una especie de embriaguez, se apodera de los hombres.
La procesión del Cristo Redentor, en Toledo
Todo transcurre por las estrechas calles de la judería de Toledo. Ese es el escenario, cada Miércoles Santo, de la Procesión del Cristo Redentor. El cortejo sale, poco antes de que caiga la medianoche, desde el convento de Santo Domingo el Real. Las monjas dominicas, entre tañidos de campanas, acompañan una procesión que se desarrolla intramuros del convento. Impresiona el agotamiento impreso en el rostro del Cristo y el esfuerzo de los costaleros, que en algunos momentos han de postrarse de rodillas para salvar los angostos espacios del recorrido.
Granada y la Procesión de los Gitanos
Desde la noche del Miércoles Santo hasta el amanecer del Jueves, la procesión de los Gitanos va ascendiendo por las colinas del Sacromonte escoltada de saetas, y alumbrada por las hogueras que se prenden en las cuevas y casas de este barrio espectacular de Granada. El camino hasta la Abadía, por la carrera del Darro primero, por la cuesta del Chapiz, siempre frente a la silueta encendida de la Alhambra, lo presiden el Cristo del Consuelo y la María Santísima del Sacromonte.
Las Palmas de Elche (Alicante)
Cada Domingo de Ramos, la fotografía de las calles de Elche muestra a miles de palmas blancas acompañando la Procesión de la Borriquita. No es de extrañar que la palma blanca sea la seña de identidad del cortejo, puesto que también lo es, y desde el siglo XV, de la propia ciudad de Elche.
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